La moda de rescatar modelos antiguos y editar relojes con inspiración vintage parece no tener fin. A la gama Heritage de Longines, cada vez más extensa, se suma el nuevo 1942 Chronograph, un crono automático con un calibre bastante exclusivo.
Con estética de los años 40, el Longines 1942 Heritage Chronograph presenta un tamaño más actual que los relojes de esa época. En vez de rondar los 36-38 mm, llega con una caja de acero de 40 mm, discreta y cómoda, con pulsadores y corona a la derecha. El dial en color negro a juego con la correa de piel tiene una configuración tricompas, con fechador a las 6. Es un modelo muy bonito y elegante, de aspecto muy clásico. Lo mejor de este Longines es su calibre, el L688 que fabrica ETASA en exclusividad para la marca suiza, automático con remonte manual, que late a 28.800 alternancias por hora y tiene una reserva de marcha de 54 horas. Probablemente sea el movimiento automático con rueda de pilares más económico del mercado.
Que Longines se centre en relojes con estética vintage y abandone diseños más modernos no me parece acertada. No es que estén mal sus colecciones actuales, pero a Longines se le puede (y debe) exigir más, ya que es una de las marcas suizas con más tradición y prestigio. Después del salto de calidad y precios que ha dado Omega, dejando un hueco en la gama del grupo Swatch que están aprovechando otras como Tag Heuer y Baume & Mercier, deberían reposicionar a Longines con calibres TOP con certificado COSC y una ligera mejora en las terminaciones de cajas y armis. Ya es hora de que esta marca ocupe el lugar que les corresponde por historia.
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