Ya está disponible el nuevo Moonwatch. Aunque Omega continuará fabricando el clásico modelo con calibre Lemania que usaron los astronautas norteamericanos (podéis ver la review de ese reloj aquí), van a completar la gama de su mítico crono con un nuevo coaxial bicompás que llega en dos versiones: acero y oro naranja. A nivel mecánico, este nuevo modelo coaxial es el mejor Speedmaster que Omega ha fabricado hasta la fecha.
Al aficionado a la relojería le puede chocar su imagen al principio porque estamos acostumbrados a ver al Moonwatch con sus tres esferas y ahora cuesta verlo con sólo dos. Aunque sea distinto al clásico Speedy, se reconoce a simple vista manteniedo su aire vintage y sus líneas tradicionales como el bisel negro con la escala taquimétrica, las mismas agujas e índices en color blanco y corona y pulsadores del crono muy similares al Speedmaster Prefessional. Un potente tratamiento de superluminova baña las mencionadas agujas y los índices, por lo que su visibilidad a oscuras está garantizada. Las novedades estéticas las encontramos en el tamaño, ya que la caja crece a los 44,25 mm, el formato del crono de sólo dos esferas que tanto está de moda, y el datario a las seis. Muy interesante es la integración de una función de segundo huso horario en una segunda aguja más larga que se encuentra en la subesfera de la derecha. La estanqueidad ha aumentado hasta los 100 metros. El Speedmaster coaxial está disponible con el conocido armis con cierre de doble pulsador y con una nueva correa de cocodrilo que se inserta a la perfección en su caja redondeada.
El nuevo calibre coaxial que ya monta el Omega Planet Ocean Chrono es la principal novedad en la gama Speedmaster. El movimiento coaxial 9300 supone un salto de calidad abismal comparándolo con los calibres que se han usado hasta la fecha y colocan al nuevo Moonwatch entre los mejores cronos del mercado. Es automático con remonte manual, ruedas de pilares y el mencionado escape coaxial de George Daniels. Su doble barrilete le permite tener una reserva de marcha de 60 horas y la espiral de silicio mejora sus capacidades antimagnéticas. Podemos contemplar su espectacular acabado en Cótes de Genéve a través de su fondo de cristal de zafiro. Para este nuevo calibre hubiera escogido un modelo más deportivo del estilo del Broad Arrow, pero si tenemos en cuenta que ya existe un Planet Ocean con el 9300, ofrecer una alternativa con una imagen más clásica puede que sea lo correcto.
Además de la versión de acero, el nuevo Moonwatch se fabrica en una caja de oro naranja que le sienta como un guante. Quizás sea muy subjetivo, ya que estoy habituado a la versión en acero manual y no me acostumbro a estos cambios, pero me choca menos este nuevo Speedmaster bicompás en oro naranja. El tono es precioso y el conjunto con la correa de cocodrilo es tremendamente elegante. Potencia su distinguida estética las agujas e índices también de oro. Este Omega es, junto con los nuevos Planet Ocean, un reloj al nivel de los más grandes tanto en diseño y acabados como en maquinaria.
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