BMW le vuelve a dar una nueva vuelta de tuerca al Mini con una versión descapotable biplaza: el Roadster. Recordemos que ya está a la venta una versión Cabrio de 4 plazas y capota eléctrica de tela. Basándose en el reciente Mini Coupe, este modelo desaprovecha las bondades dinámicas de éste aumentando el peso y la resistencia aerodinámica y se mantienen novedades interesantes como el alerón retráctil en función de la velocidad.
La primera pega se la podemos poner a la capota, que en este caso es de acción manual. Siendo eléctrica la del Cabrio, es difícil de entender que esta sea tan incomoda de poner como se muestra en las imágenes:
Pero no todo van a ser pegas. El MINI Roadster es sin duda la versión más deportiva y agresiva del urbano británico, un coche que levantará miradas y envidias. Si algo tiene un Mini, sea la versión que sea, es que gusta y mucho. Es normal escuchar comentarios como "te ha tenido que costar mucho", "es demasiado pequeño" o incluso "¿ésto es el maletero o la guantera?" pero al poseedor de un Mini le resbala todo eso porque en el fondo sabe que estás pensando "¡qué cochazo se ha comprado!". Y si ya es una gozada conducir el típico Cooper que nos podemos cruzar a diario, no me quiero ni imaginar al volante de la versión alta de gama de este descapotable.
Para mantener su exclusividad se han descartado motorizaciones de acceso que sí se comercializan en el Mini tradicional (los ONE de 75 CV y 95 CV). El Mini Roadster estará disponible en tres versiones de gasolina: Cooper (122 CV), Cooper S (184 CV) y una auténtica bestia parda llamada John Coopers Works con 211 CV. La gama la competa el Cooper SD, la versión diesel de 143 CV. Todas con cambio manual de 6 velocidades o automática. De todas ellas deberíamos descartar sin dudar la versión diesel. Comprarse un coche con un carácter tan deportivo y optar por la versión que menos consume no tiene sentido. Por preferir, está claro que la que más gusta es la JCW, pero hay que reconocer que la más equilibrada es la Cooper S porque con 184 CV ya tenemos de sobra para hacer el "cabra" en carreteras de montaña y ponernos el primero en todos los semáforos.
Como ya es habitual en la marca, el Mini Roadster viene bastante escaso de equipamiento y la lista de opciones y personalización del coche es bastante larga (y cara), pero si te sobra el dinero le puedes incluso instalar un contador para saber cuanto tiempo se circula con la capota quitada.
Aún no se han confirmado los precios de venta en España, pero viendo los precios del Coupe, podemos adelantar que el más básico, que no está nada mal, puede rondar los 24.000 €. Ahora bien, lo normal en estos casos es que nos calentemos con los extras y terminemos incluyendo los asientos de cuero, llantas más grandes, una radio más potente y las obligadas rayas en el capó, así que preparad los 30.000 € si quereis un Roadster con un equipamiento acorde al nivel del coche.
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