El piano no sólo es un instrumento musical, es un magnífico mueble de decoración que aumenta considerablemente el caché de cualquier salón. Si eres todo un sibarita y no tienes todavía uno no te preocupes, vamos a darle un repaso rápido al mercado para que conozcas lo último de lo último.
Para empezar, olvídate de los pianos acústicos. Son exageradamente grandes, aparatosos, y tienen muchos inconvenientes, como su mantenimiento (acabados más delicados, desafinaciones constantes...) o el simple hecho de no poder usarlo a la hora que te de la gana porque puedes molestar a tus vecinos (o a tus propios familiares). Sólo los más viejos del lugar te recomendarán el piano acústico porque sólo han conocido los juguetes que se vendían como pianos digitales en el siglo pasado. Pero la tecnología avanza a pasos agigantados y la gama alta de pianos digitales que tenemos ahora mismo en la calle no sólo iguala a los pianos acústicos sino que los supera con prestaciones hasta hace poco impensables: puertos USB para exportar nuestras grabaciones al ordenador, pianos que tocan solos y diseños realmente impactantes que hasta hace poco eran ciencia ficción. A continuación te presentamos lo mejor que podemos encontrar en el mercado.
Yamaha Modus H11: un piano simplemente precioso y con más tecnología que la NASA y Microsoft juntas. En tu salón no pasará desapercibido. Pero como no todo es diseño, esta maravilla tiene teclas de madera recubiertas en marfil sintético y sonido real de piano de cola. Incorpora puerto USB para memorizar nuestros mejores conciertos. Y si no tienes ganas de tocarlo, no te preocupes, que él lo hará por ti. Tiene una memoria de 50 canciones actualizables, y reproduce cualquier grabación moviendo realmente las teclas. Da la sensación de que está tocando el hombre invisible, pero animará cualquier velada con la tranquilidad de que no se va a equivocar el pianista.
Para empezar, olvídate de los pianos acústicos. Son exageradamente grandes, aparatosos, y tienen muchos inconvenientes, como su mantenimiento (acabados más delicados, desafinaciones constantes...) o el simple hecho de no poder usarlo a la hora que te de la gana porque puedes molestar a tus vecinos (o a tus propios familiares). Sólo los más viejos del lugar te recomendarán el piano acústico porque sólo han conocido los juguetes que se vendían como pianos digitales en el siglo pasado. Pero la tecnología avanza a pasos agigantados y la gama alta de pianos digitales que tenemos ahora mismo en la calle no sólo iguala a los pianos acústicos sino que los supera con prestaciones hasta hace poco impensables: puertos USB para exportar nuestras grabaciones al ordenador, pianos que tocan solos y diseños realmente impactantes que hasta hace poco eran ciencia ficción. A continuación te presentamos lo mejor que podemos encontrar en el mercado.
Yamaha Modus H11: un piano simplemente precioso y con más tecnología que la NASA y Microsoft juntas. En tu salón no pasará desapercibido. Pero como no todo es diseño, esta maravilla tiene teclas de madera recubiertas en marfil sintético y sonido real de piano de cola. Incorpora puerto USB para memorizar nuestros mejores conciertos. Y si no tienes ganas de tocarlo, no te preocupes, que él lo hará por ti. Tiene una memoria de 50 canciones actualizables, y reproduce cualquier grabación moviendo realmente las teclas. Da la sensación de que está tocando el hombre invisible, pero animará cualquier velada con la tranquilidad de que no se va a equivocar el pianista.
Roland V-Piano: el modelo de más alta gama del fabricante japonés. La idea de este instrumento es revolucionar el concepto del piano digital ofreciendo un teclado de piano real y sonidos que no está pregrabados sino que se general digitalmente ofreciendo siempre matices distintos en función de la fuerza que le apliquemos al teclado. Todo un instrumento profesional diseñado para hacer fácil lo difícil. La diferencia con sus competidores está sobre todo en su planteamiento, es un piano portátil que podemos llevarnos en fin de semana a la casa de la playa si nos hemos quedado con ganas de seguir tocando. Eso si, no es ligero, su peso ronda los 40 kilos, y es que Roland siempre ha destacado por fabricar armazones metálicos muy robustos.
Yamaha CVP509: un piano para toda la familia. Aunque más que piano, podríamos decir que es un sintetizador de gama alta, porque en este elegante mueble hay disponibles más de 1.300 sonidos distintos, más de 400 ritmos y muchas, muchísimas funciones. Por tener, tiene hasta karaoke con armonizador vocal que le da tiempo a analizar lo que cantamos y ponernos un coro que repita lo mismo ¡en tiempo real!. Muy divertido de usar, con sistema de aprendizaje y la posibilidad de crear canciones completas desde la batería hasta el bajo, trompeta o cualquier instrumento. Su grabador multipistas nos permite ir añadiendo instrumentos hasta que todo esté perfecto. Muchos profesionales que se dedican a la composición tienen un "juguetito" de estos en casa.
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