Omega presenta una nueva colección del Planet Ocean con caja de oro que incorpora la tecnología Ceragold, la cual permite decorar con oro una superficie cerámica. El resultado es un bisel con los índices en oro rosa virtualmente irrayable.
Según Omega, para fabricar cada bisel es necesario realizar un proceso de nueve etapas, en las que, después de crear la pieza de cerámica y grabar los índices con láser, se fija el oro en los huecos resultantes mediante un tratamiento llamado "electroconformado". Finalmente se pule la pieza resultante otorgándole un brillo espectacular, que combinado con el oro de la caja y de los índices y agujas del reloj hacen del Planet Ocean Ceragold una pieza realmente elegante sin perder ese estilo deportivo que siempre le ha caracterizado.
Estarán disponibles hasta cinco versiones, las masculinas con caja de 42 y 45,5 milímetros, el crono con 45,5 mm, y el modelo femenino al que llaman St. Moritz en homenaje a la estación de esquí de montaña suiza del mismo nombre. Este último llegará en caja de 37,5 y 42 milímetros. Todos llevan caja y agujas de oro y correas de piel, negra o blanca dependiendo de la versión. El resto de características son idénticas a las de los Planet Ocean de acero: corona y fondo roscados, válvula de helio, agujas e índices con tratamiento de superluminova y una sorprendente estanqueidad de 600 metros.
Los calibres que llevan los Omega Planet Ocean son los nuevos manufactura 8.500 y 9.300 en el modelo con crono. Todos son automáticos con remonte manual, espiral de silicio y el conocido escape coaxial ideado por George Daniels. Son maquinarias con acabados sublimes y un rendimiento al nivel de marcas de mayor renombre. La línea Ceragold estará a la venta a partir de otoño a un precio de 22.500 dólares (33.000 el crono).
El crono de oro es brutal.
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