La manufactura suiza Blancpain celebra este San Valentín con un reloj muy especial del que sólo se han fabricado catorce unidades. Una preciosa pieza que tiene elegancia, un toque de deportividad y muchos detalles de auténtico lujo.
Cada unidad del Blancpain Saint-Valentin 2.012 tiene un total de 2,95 quilates en brillantes: el bisel y las asas están cubiertos de diamantes, en el lateral encontramos un rubí en forma de corazón, la misma piedra que encontramos en los pulsadores del crono que acompañan al gran diamante que decora la corona, todo ello montado en una caja de oro blanco de un tamaño contenido de 36 milímetros. El dial que cubre el cristal de zafiro es de madreperla con las subesferas que en esta ocasión toman la forma de corazón en vez de ser redondas. Los índices también son brillantes, con el datario situado a las doce, y la correa es de piel de cocodrilo de color blanco.
La trasera del reloj es de cristal de zafiro para poder contemplar el espectacular calibre F185 (de origen Frederique Piguet), un crono automático Flyback con 37 rubíes y el rotor especialmente decorado. Sin duda se trata de una pieza muy especial, muy refinada, de la que sólo catorce afortunadas podrán disfrutar.
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