Es la versión más extrema del Mercedes C y uno de los coches más radicales del mercado, por motor y por estética. La edición "Black Series" parte del C 63 AMG y añade modificaciones para aumentar su potencia. De momento sólo se comercializará con carrocería coupé.
El C 63 AMG Black Series se distingue a simple vista por sus paragolpes, con enormes entradas de aire y difusores, y por el exagerado ancho de vías. Ha perdido toda su elegancia y muchos lo encontrarán demasiado macarra, pero los cambios son necesarios para mejorar sus prestaciones y el agarre del coche en altas velocidades, porque este Mercedes puede correr y mucho. Su potente motor de gasolina de 6.208 CC rinde 517 CV y permite acelerar de 0 a 100 en 4,2 segundos con una velocidad punta limitada electrónicamente a 300 Km/h.
Respecto al interior, hay modificaciones decorativas para realzar la deportividad, como las inserciones en fibra de carbono del salpicadero. Los asientos son de competición y proporcionan una sujeción del cuerpo inmejorable. Lo más llamativo es que de serie sólo se sirve con dos plazas, siendo los dos traseros opcionales. Ya se aceptan pedidos de este exclusivo coupé a un precio de partida de 139.000 euros.
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