El buque insignia de Lexus recibe un profundo rediseño que moderniza su línea y mejora un interior que parecía inmejorable. El LS continúa siendo una alternativa muy seria a su competencia alemana, los Serie 7, Clase S y A8.
Probablemente sea el referente en tecnología y calidad de acabados de su categoría. El Lexus LS le saca los colores a sus competidores en algunos aspectos. En el apartado en el que más ha evolucionado este modelo es en el interior, que se ha rediseñado por completo con unas formas tomadas de su hermano menor, el GS, y ofreciendo una calidad y un equipamiento apabullantes en el que destaca la enorme pantalla central de 12,3 pulgadas. Pieles de muchísima calidad, ensamblaje perfecto y mucha tecnología son los pilares en los que siempre se ha sostenido la marca de lujo de Toyota y no podían faltar en su mejor coche.
En cuanto al exterior, el nuevo frontal y trasera están tomados del GS y presentan unas formas bastantes más deportivas que las que tiene el modelo al que sustituye. Algunos encuentran los faros y la parrilla demasiado agresivos para un coche de este tipo. Los pilotos y la forma del maletero si son muy elegantes y le dan mucho empaque al LS. Tiene dos motores disponibles, ambos de gasolina: el básico de 387 CV y el más potente, con tecnología híbrida, con 445 CV. Este último se ofrece también con carrocería alargada.
Aún no se han confirmado los precios oficiales del LS en España, pero teniendo en cuenta los de la competencia y los del modelo sustituido, porbablemente partan de unos 110.000 euros. No obstante, el mercado de Lexus está Estados Unidos, Japón, Rusia y China, en los que la calidad se impone a la imagen de marca y los japoneses les han quitado buena parte de las ventas a las grandes marcas alemanas.
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