viernes, 18 de noviembre de 2011

Rolex Submariner LV

El Submariner es el modelo más emblemático de Rolex. Uno de los primeros relojes de buceo de la historia (algunos dicen que el primero). Su diseño ha sido copiado hasta la saciedad y raro es el fabricante que no tiene un modelo muy parecido en su catálogo. De todas sus versiones, ya sea acero, acero y oro, oro amarillo y oro blanco, el LV es el más especial. Su primera edición fue con esfera negra y bisel verde y se ha mantenido así hasta la última del 2.003, que conmemoraba el 50 aniversario de la aparición del Submariner en el mercado.


Ahora nos llega con un diseño remodelado, asas más anchas y caja con más presencia, pero manteniendo sus 40mm. Su esfera es en oro verde, que va cambiando de matiz en función de la luz. Este modelo se presentó en 2.010 y a lo largo de este año ha ido llegando a las tiendas, aunque con cuentagotas. Esta última versión que nos llega es, aunque no lo parezca, un reloj con mucha tecnología.



Bisel cerámico: en Rolex lo llaman "Cerachrom". Es virtualmente irrayable. Sigue siendo de color verde como en los anteriores LV. Es la primera vez que se fabrica un bisel cerámico en este color. Tiene 120 posiciones y sirve para medir los tiempos de inmersión. Para sus índices se ha usado polvo de platino.



Maquinaria: el mecanismo que da vida al Submariner es un 3135 automático con posibilidad de carga manual, sistema antigolpes Paraflex y espiral Parachrom. Esta espiral aumenta las propiedades antimagnéticas del calibre. Su perfecta marcha está asegurada, ya que tiene certificado COSC. ¿Qué quiere decir eso? que antes de ser montada en el reloj ha superado una serie de pruebas en distintas temperaturas y posturas que aseguran que siempre va a mantener su precisión.

 

Sumergible a 300M: como todo reloj de buceo, su estanqueidad está más que asegurada. Este modelo soporta hasta 300 metros de inmersión gracias a su fondo roscado Oyster y su corona, también roscada, con tecnología Triplock (de triple junta). Nos sobra para esos bañitos en la playa o en la piscina.


Cierre Glidelock: algo de lo que se habían quejado siempre los poseedores del Submariner era que el cierre de su cadena era demasiado "pobre", casi de lata, muy delgado y aparentemente muy endeble. Es lo que más ha cambiado en el nuevo Submariner. Ahora es de acero macizo con un sistema de microajuste rápido. No conozco ningún cierre del mercado que lo supere.


Acero 904L: como todos los Rolex, su caja y armis están fabricados en acero 904L y no en 316L como en el resto de marcas. Es tres veces más caro y mucho más difícil de modelar pero asegura una mayor resistencia a la corrosión.


Cristal de zafiro: para arañar el cristal del Submariner necesitaríamos prácticamente un diamante. La lupa del datario tiene tratamiento antirreflejos.


Agujas e índices en oro blanco: para evitar su oxidación como ocurre con las agujas de latón, Rolex fabrica las suyas en metales nobles. En este caso emplean el oro blanco.



Esfera en oro verde: es una de las novedades del Submariner LV además de su bisel. Con una mezcla de oro y otras aleaciones han conseguido ese particular tono verde. Hay que verlo en vivo para percibir su especialidad.


El Rolex Submariner LV es el reloj que me gustaría tener de mayor, si es que me lo puedo permitir. Su precio es de algo más de 7.000 euros.

1 comentario: